lunes, 25 de febrero de 2013

El día amanecía soleado y muy despejado, aunque hacia una temperatura que particularmente no me gusta para correr. No superaba los 3 grados. Las articulaciones no terminan de entrar en calor y poco a poco se van resintiendo.

El ambiente no podía ser mejor. Miles de corredores esperaban en la salida, en el clima se respiraba el buen rollo que hay en una maratón. La mayoría corre entre amigos, en compañeros de club deportivo o es seguido en bicicleta por familia.

Particularmente yo no podía ir mejor acompañado. En la línea de salida estábamos mi hermano Pablo, Marcos y un gran amigo, Jesús Prieto. A cuál dedicare unas líneas, por que se merece que le escribieran muchas páginas, por el coraje que ha demostrado y la valentía con la que afrontó la friolera de 42km. Venía de una cierta inactividad física por una lesión de rodilla que ha padecido un tiempo, pero, una vez le dijo el médico que podía volver a correr, no se lo pensó dos veces y se inscribió nada y nada menos que en la Maratón. Además, hay que sumarle, que nunca había corrido más de 10 km en su vida. Conocéis a alguien que con ese historial tenga los santísimos....ejem...de encarar la maratón, y no sólo eso, TERMINARLA. La fatiga y el dolor le llego relativamente pronto, y aún así, tuvo el coraje de acabar. Insisto, BRAVO JESÚS! Eres un ejemplo de superación para todos.

Luego, Pablo, otro hermano mío que no venía demasiado motivado a la prueba. No había tenido buenas sensaciones en las últimas semanas y venia un poco a ver qué le deparaban las fuerzas y la superación.. Pues ahí va otro valiente que a pesar de sufrir y mucho a partir del km 30, pudo terminar la prueba y entrar en el estadio con la cabeza bien alta y con un tiempo muy decente.

Debo reconocer que tenía un cierto temor a la prueba, muchos kilómetros por delante, el famoso muro esperando a partir del km 30 y mi cuerpo y cabeza, que nunca había hecho más de 25km. Con lo que todo lo que viniera después de eso, era una incógnita, no sabía como respondería. Una vez más tuve el LUJAZO de ir acompañado de un corredor experto en largas distancias y sufrimientos varios, mi hermano Marcos tuvo "la amabilidad" de correr apoyándome y tirar de mi en momentos que quizás sólo, me hubiera podido venir abajo. GRACIAS MARCOS!!

Teníamos una estrategia trazada, dada mi inexperiencia, lo más sensato era ser conservadores y empezar con ritmos tranquilos durante el primer tercio de carrera. En el segundo quisimos aligerar algo el ritmo y reservar fuerzas para los últimos 12 km, que se esperaban duros y largos. Había leído tanto sobre el famoso muro de los 30 km, que estaba como esperando que algo extraño pasara en mi cuerpo y me trasladara a un nuevo estado de decadencia en el cual no podría ni casi correr. Fueron cayendo los kilómetros y la fatiga no aumentaba. Las piernas, aunque las sentía agarrotadas y "con calambres" constantes, no parecían desfallecer. Saliendo de la Alameda de Hércules (km 38), noté que empezaban las piernas a ser un bloque, pero estaba muy motivado por que no descendía el ritmo de carrera y la cabeza la llevaba muy bien. Ya llegando al kilómetro 40, un halo de fuerzas me invadió y pude apretar casi hasta el final llegando al estadio.

Al llegar al pasillo que accedes al estadio, sentí como las emociones se apoderaban de mi y que las lágrimas empezaban a caer de mis ojos de forma descontrolada. Sin duda era la sensación de sentirme VENCEDOR DE MI MISMO! Llegamos Marcos y yo juntos, entramos de la mano y nos dimos un abrazo que me costará olvidar, como el que no olvida una gran gesta. Y no hablo de la mía, si no del ambiente que crea una maratón, es una distancia que obliga a todos a sacar una fuerza interior que lo supera todo.

También quiero agradecer a los 4 amigos que nos acompañaron en el trayecto. Raúl, Marcos López, mi querida mujer Rocío y nuestro cámara de lujo, mi hermano Pedro.

Después de ver a tanto "héroe" ayer, esforzándose por llegar, cuesta hablar de uno en particular, pero quiero hacerlo, me apetece mucho hacerlo y además se lo merece!

Él es farmaceutico hospitalario de profesión, y un gran atleta. Él es Jose Antonio Marcos!. Lo conozco relativamente poco, pero nos hemos cruzado durante muchos años por diferentes razones y motivos, y ahora que voy a algunas carreras es cuando más lo veo y sobretodo lo sigo y admiro. Corre como muchos profesionales, sus marcas son de vértigo y su fortaleza impresionante. Hizo una marca de 2h37m, a 27 minutos de los Keniatas que volaban en cabeza. El que conozca un poco los tiempos de éste tipo de distancias comprenderá que éste hombre no es de éste planeta. Sé que te habrán elogiado tanto, que puede que sea difícil impresionarte,ni lo pretendo, sólo quiero felicitarte personalmente por tus triunfos y por el más grande que tienes este año, el nacimiento de tu primera hija. Que lo disfrutes!

Si alguien quiere ver alguna foto de "nuestra maratón", puede hacerlo aquí: http://flic.kr/s/aHsjE7H4u4
Si hay alguien ahí, gracias por estar
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1 comentarios:

  1. Enhorabuena Lucas... me he emocionado al leer este post!!... un fuerte abrazo.

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