Debo reconocer...

...que hasta hace unos minutos tenía decidido abandonar el blog hasta nueva orden.

Ayer salimos a entrenar bicicleta dirección el Ronquillo, fuimos todos mis hermanos, Carlos Iturrate y yo mismo. Marcos rompió el cambio de la bici al kilómetro 3.7, teniendo que dar la vuelta. Aún así, no se vino abajo y decidió continuar corriendo hasta cubrir 18 km de carrera con sus nuevas Asics.

Formamos un grupete bueno y fuimos encontrándonos con multitud de ciclistas y equipos que también andaban entrenando. La verdad es que es una maravilla esa ruta, te encuentras un ambiente ciclista de primer orden y la carretera en sí es perfecta para entrenar.

Ya de vuelta, en el kilómetro 40k, y quizás al minuto de decir que notaba levemente la rodilla, se me vino encima un terrible dolor en el mismo sitio, el tendón fascia lata. Hay veces que no me permitía ni siquiera pedalear, mi hermano Pedro me ayudó "con la manita" empujándome cuando el dolor no me dejaba avanzar, menos mal que fueron cayendo los kilómetros y llegamos a Sevilla.

Sinceramente creía que después de tantos días sin forzar la rodilla, iba a notar una mejoría, pues nada, igual. Se me quedó un gesto entre dolor y desazón durante todo el día. No encontraba un hueco donde refugiarme y auto convencerme de que el tiempo lo cura todo. Claro que si, pero cómo, cuándo...?? Lo que si tengo claro es que las triatlones de larga distancia, de momento, me puedo olvidar. No sabéis lo que "jode" decidir eso, de hecho, y estoy en serio, estaba convencido de que iba a escribir hoy mi despedida, me negaba a escribir con el desánimo incrustado en mi.

Aunque yo mismo me he forzado a continuar con el blog, creo no lo actualizaré con tanta frecuencia, no es por mi, si no por el poco interés que puede suscitar un blog que no recoge los principios por el que nació. Necesito centrarme y valorar la situación.

De momento, si hay alguien ahí, gracias, gracias!