Cuando se disfruta una sesión de agua es una auténtica delicia. Después de estos ociosos días de Holy Week, no terminaba de coger el ritmo deseado, me costaba nadar con soltura y respirar bien. Pues hoy me he desquitado! He hecho 70 minutos entre diferentes estilos, crawl, braza, pull-boy y piernas. Te deja...mmmm...para tomarte una tostada entera nada más salir! Cosa que he hecho!
Sé que mis intenciones eran esperar al jueves para comenzar a correr progresivamente, pero ayer me sentía bastante bien de piernas y decidí calzarme mis zapatillas Barefoot y salir a correr un poco. Cual fue mi sorpresa que cada vez me encontraba mejor, pude acelerar y mantener un ritmo que no conseguía desde antes del maratón de Sevilla, 4m30s/km durante unos kilómetros. Sólo apreté un poco al final para sentir las sensaciones novedosas que me están aportando estas zapatillas, en serio, estoy realmente contentó. Ha costado un poco la adaptación, pero el resultado es inmejorable. Mañana probaré otra vez a correr, quizás con mi hermano Marcos, que prepara "in-extremis" el medio Ironman de Sevilla.
Algunos ya conoceréis el gran reto que consiguió uno de nuestros mejores nadadores de fondo, David Meca, al plantearse nadar desde Javea, Alicante, hasta las playas de Ibiza. 110km por las frías aguas mediterráneas (12 grados) un 3 de Enero? A las 9:30h de la mañana comenzó su aventura, se entubó su neopreno de "piel de foca", puso guantes de neopreno y encima de ellos dos pares de guantes de látex, los cuales no aguantaron bien y tuvo que quitárselos. Los primeros kilómetros fueron asfixiantes, le produjo muchos vómitos y mareos, y tuvo que ingerir pastillas para cortar la vomitera. En las primeras 6 horas cubrió 30 kilómetros, haciendo la friolera de 5km a la hora. Yo hago 3/3,5km a la hora yendo bien y haciendo sólo esa distancia...lo que quiere decir que encima fue a un ritmo alto y dice mucho de la gran capacidad del nadador catalán.
La noche se echaba encima y le esperaban 14 horas de oscuridad con fuerte viento en contra y el mar bastante embravecido, esta parte le resultaría una de las más duras de su vida como nadador de fondo.
Finalmente y tras 26 horas a nado por el Mediterráneo y tras varios amagos de abandonar el reto, llegó al puerto de San Antonio escoltado por una comitiva de bienvenida, entre los gritos y aplausos de un multitudinario público. Miembros de la Cruz Roja tienen que ayudarle a salir del agua porque no tiene fuerzas. Su cara es un poema: hinchada por el frío y por las picaduras de medusa, que hacen aún más dramático si cabe sus gestos de angustia y dolor, y se desploma, pero no pierde la conciencia. Exhausto y con hipotermia (su temperatura corporal es de 32oC), entre vítores y aplausos, y los ánimos de su madre, “¡Ánimo David, vamos hijo!”, Meca es llevado en camilla al hospital. Su padre contesta a los medios, y les asegura que de aquí a un mes su hijo ya está planeando su siguiente reto, “¡Es un loco!”, apostilla mientras sonríe con una mueca cómplice.
Si hay alguien ahí, gracias por estar
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miércoles, 3 de abril de 2013
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