Fueron pasando las horas y empecé a encontrarme cada vez con más lucidez y con capacidad de valorar mejor la situación. Fue entonces cuando decidí entrar en el correo y en alguna red social y descubrí el gran apoyo que muchos me habéis demostrado, en serio, quedé impresionado por algunos de vuestros comentarios y mensajes de apoyo. Me habéis chutado la motivación que necesitaba, el empuje que no encontraba en mi mismo. Me habéis dado una grandísima alegría y devuelto la ilusión que quizás hubiera tardado en encontrar por mi mismo! GRACIASSSS
Por la tarde decidí hacer lo que esta maldita lesión si me permite, correr y vencerme a mi mismo. Con calma, con ilusión y con mi familia (Rocío y mis hijos, ya son dos) salimos a estrenar un carrito que se engancha a la bici y pueden ir los niños dentro y Rocío encima de la bici. De esta forma hicimos una comuna deportiva-familiar durante un buen rato. Llegamos a hacer casi 9km de carrera. Los enanos encantados y Rocío y yo felices de la situación. Volví con una sonrisa de oreja a oreja. Todo suma!!
No quiero despedirme hoy sin agradeceros de nuevo a todos vuestro apoyo. En especial a Cristi, Juan Mowbray, J.A. Marcos, Marcos S., Pedro S., Pablo S., Víctor Cobo, mi primita Ana, mi incondicional tía Maite, mi santísima madre y mi dulce Rocío (esta sí que me aguanta 24h...jeje)!! Siento sí alguno queda fuera.
Si hay alguien ahí, gracias por estar
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