domingo, 5 de mayo de 2013

El sábado nos reunimos muchísimos triatletas en las diferentes modalidades para participar en la 18 Edición del Triatlón de Sevilla. La jornada comenzó calurosa y el sol, sin duda, estuvo presente durante toda la jornada.

Bajé por la mañana a dejar la bici en bóxers junto con dos de mis hermanos e Iñaki, amigo y compañero del club alpino El Chivo que participaba por primera vez en una prueba de estas características. Una vez completado el "check-in", pudimos ver una prueba que me emocionó bastante, era el acualón infantil, en el que participaba el hijo de Jesús Prieto, Valentín, que hizo una gran prueba y llegó al borde del desmayo, pero con un gesto de vencedor de él mismo que quitaba el sentido. Después volvimos a casa cada uno para descansar un ratito antes de la prueba.

Una hora antes del comienzo de la prueba llegué con Rocío al CAR (Centro de alto Rendimiento), ya había miles de triatletas y acompañantes, cuando digo miles, no exagero, en la totalidad de las pruebas, participaron la friolera de 3.000 atletas. Quedaban ya pocos minutos para comenzar la prueba, que consiste en cubrir de forma continuada 750 metros en agua, 20km en bicicleta para terminar con 5km de carrera a pie.

18:20h: Salida desde el agua.

El pitido no hizo más que sonar cuando 350 personas salíamos lo más rápido posible, los primeros metros son frenéticos, no puedes adelantar casi, las patadas, manotazos y golpes con los otros son inevitables, pero aún así, me sentía bien, estaba cogiendo el ritmo y avanzaba. De repente, ZAASSS, codazo en la nariz, se me quitaron las gafas de su sitio y empecé a saborear sangre entre mis labios. Me toco la nariz y percibo que me cae sangre a destajo, visualizo a la lancha de la Cruz Roja, por si tuviera que tirar de ella. Empiezo a ponerme un poco nervioso y las peores sensaciones me invaden la cabeza. Me voy conociendo y cuando empiezo a hiper ventilar más de la cuenta, no me permite nadar con fluidez. Ya era mala suerte! Me planteo en un momento dado la posibilidad de abandonar, no tenía claro que la sangre me causara un mareo desconocido en el agua y nadie se diera cuenta de ello. Poco a poco empiezo a notar que el susto se minimiza pero aún así no terminaba de coger el ritmo al agua. Tenía ya asumido que el agua marcaría un mal comienzo de la prueba pero trataba de consolarme con que aún quedaban dos modalidades más donde poder recuperar un poco el tiempo. Salgo del agua, con un tiempo de 16m27s. Bastante mal si lo comparaba con los duros entrenos que llevaba en agua. Hago la transición a la bici algo torpe por el mareo que aún llevaba. Una vez montado en la bici, miro mi reloj y veo que ya pasaban 20m de prueba.

Salgo en bici lo más rápido que podía, antes de salir del recinto, escucho tanto a Rocío como a mis queridos "amigos del Chivo" jaleando y animándome. Comenzaba el segmento bici.

Le meto la máxima velocidad a mi octogenaria bicicleta pero no veo ningún pelotón de ciclistas para unirme a ellos y poder aprovechar la velocidad que lleva un grupo junto, te llevan en volandas. En el kilómetro 9 veo por fin un grupete de 5 ciclistas que vienen volando, me uno a ellos y trato de mantenerme en el grupo. Miran hacia atrás como pidiendo relevos, una vez respiro con normalidad, comienzo a relevarles e interactuar con el grupo que me ayudaba a continuar con un buen ritmo. Llego a los bóxers para encarar la parte final de carrera a pie con un tiempo de 39m27s, con una media de 31km/h.

Me calzo las Merrell Trail Glove y me lanzo a correr como un loco. Me costaba al principio coger un ritmo alto de carrera hasta que en el kilómetro 1,5 me cruzo con mi hermano Marcos, que venía como el AVE, que ya iba por su segunda vuelta. Corremos unos metros juntos hasta que me doy cuenta que aún no puedo ir a ese ritmo. Decido aminorar y veo como se aleja buscando ya la línea de meta. Me sirvió mucho cruzarme con él porque me hizo apretar mi ritmo y terminar de adaptar la musculatura al correr. Decididamente meto la quinta marcha y empiezo a notar buenas sensaciones, acelero progresivamente el ritmo y percibo que debo ir bastante rápido, sigo adelantando a otros atletas.

De repente veo a lo lejos el mono triatlón de mi hermano Pedro, estaría a unos 300mt por delante mía, considero la situación y meto otra marcha más, no se a qué ritmo iría pero iba casi al 100% de mis fuerzas, le alcanzo y le digo "Peter!!", veo que corre con dificultad por la lesión que sufre desde el Iron Man MD de Sevilla, le pregunto cómo va y sigo hacia delante. El adelantamiento a 300 metros de la meta, quedaría como algo anecdótico. Ojalá se recupere pronto de la rodilla y dé la guerra que sabe dar!

Por fin cruzo la línea de meta donde me esperaba mi bella Dulcinea para darme otro de esos besos que recomponen más que una bebida Isotónica...

Los tiempos no fueron demasiado malos, aunque soy consciente de que sí son muy mejorables. Tiempo final 1h18m.

Los tiempos de los más cercanos fueron en general muy buenos. Marcos pulverizó su propia marca, acabando la prueba en 1h08m, no para de sorprenderme este hermano mío. Mi buen amigo Javi Márquez hizo un magnífico tiempo de 1h12m, Chelu Calvo, 1h16m, Pedro 1h19m e Iñaki Pretel, en su primera participación, y con bicicleta de montaña, hizo un magnífico tiempo de 1h23m. Aún no sabemos los tiempos que hicieron el resto de amigos en la modalidad de relevos, que la organización aún no ha tenido a bien subirlas a la web.

Conclusiones

Para ser sincero, y quien haya leído el blog con cierta frecuencia lo sabe, éste triatlón era una prueba de fuego para testear mis dolencias y mi preparación actual. De mis dolencias debo decir que no tuve noticias de ellas, que mejor noticia que esa. Y de mi preparación debo añadir que noté que no estoy al 100%. Lo estaré!

Otra conclusión que me quedó el sábado fue que esta distancia de triatlón, sinceramente me resulta estresante. No sé si condicionado por que el resultado que no fue el mejor, pero tanta gente a la vez, unas distancias tan cortitas que no te permiten casi entrar en calor sino a ir a revienta calderas en cada una de las modalidades, terminas con una sensación agridulce. Al menos yo.

La mejor conclusión de todas es sin duda el de la lesión, que no notara dolores me dio muchas fuerzas para lo que os contaré mañana, me acabo de inscribir en lo que sin duda será para mi el gran reto del año.

Si hay alguien ahí, gracias por estar
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